
¿QUÉ ES LA ANSIEDAD?
En este artículo te explicaremos porqué es importante conocer la ansiedad y sus múltiples manifestaciones.
Para comenzar a hablar de ansiedad, para conocer la ansiedad, es necesario diferenciar entre esta y los
diferentes trastornos que se pueden generar cuando dicha ansiedad se mantiene en
el tiempo o surge en situaciones donde no debería.
Definimos la ansiedad como una reacción normal y necesaria ante un requerimiento
de carácter extraordinario o ante una situación de peligro (examen, entrevista de
trabajo, una operación…) real o imaginario. Es por lo tanto una respuesta normal de
nuestro organismo.
Hablamos de trastorno de ansiedad cuando esa reacción se produce ante
situaciones no amenazadoras o peligrosas y/o se mantiene en el tiempo.
Aunque más adelante se hará una descripción más detallada y completa de los
síntomas, lo que caracteriza a la ansiedad es un estado de inquietud, nerviosismo o
miedo que habitualmente deriva en una forma de tensión exagerada o permanente,
interfiriendo en nuestra rutina diaria.
Hemos remarcado dos veces la palabra normal, porque tener ansiedad no sólo es
normal, es además bueno y necesario. Dicho de otra manera, no pretendemos
eliminar la ansiedad sino mantenerla en un nivel normativo, donde podamos llevar
una vida fluida sin que la ansiedad sea un problema.
Por eso conocer la ansiedad es tan importante, porque no toda ansiedad es patológica.
PREVALENCIA DEL TRASTORNO DE ANSIEDAD: ¿CUÁN COMÚN ES ESTA
SITUACIÓN?
Esta situación es muy común. Con toda seguridad es la de mayor prevalencia entre
la población y la que reclama más consultas de atención psicológica.
Los trastornos de ansiedad afectan al 6,7% de la población (8,8% en mujeres,
4,5% en hombres). Si se incluyen “signos/síntomas de ansiedad” la cifra alcanza el
10,4%, es decir, en España unos 4,5 millones de personas sufren de este trastorno.
CAUSAS DEL TRASTORNO DE ANSIEDAD
En la actualidad se da suma importancia a la predisposición genética como el
principal factor etiológico del trastorno de ansiedad, sin embargo, se tiende a hablar
de dos grupos de factores: los factores de riesgo predisponentes y
desencadenantes. Conocerlos es conocer la ansiedad.
Factores de riesgo predisponentes:
- Antecedentes Familiares: recuerda que hemos comentado la importancia de la
predisposición genética como la base etiológica del trastorno de ansiedad. Sin
embargo, tener antecedentes familiares no implica que obligadamente se vaya
a sufrir un trastorno de ansiedad. Solamente que tienes más predisposición. - Embarazo tóxico o tóxicos en el embarazo: la ingesta de drogas/alcohol/tabaco
o trastornos graves de la alimentación pueden resultar un factor predisponente.
Igualmente, cuando la madre presenta altos niveles de cortisol (“hormona del
estrés”) durante el embarazo, hablamos de que esto es un factor de riesgo
predisponente. - Tipo de crianza: Se asocia el trastorno de ansiedad con crianzas donde se han
dado vínculos inseguros, con demandas no cumplidas, con conductas
incoherentes o con cariño insuficiente. Igualmente, crianzas donde los
progenitores presentan problemas emocionales.
Factores de riesgo desencadenantes:
- La personalidad. Nuevamente este factor genético. No olvidemos que
aunque una parte de la personalidad es genética, otra parte se va forjando a
lo largo del desarrollo. Hay personalidades más predispuestas que otras, por
ejemplo, las personas introvertidas o tímidas ya que suelen presentar un
estilo comunicativo “hacia adentro”. - El estrés. De nuevo aparece el factor individual. Es decir, ante una idéntica
situación, la respuesta emocional puede variar mucho de unas personas a
otras. Sin embargo, no es lo mismo tener diez días para resolver una tarea
que un día para resolver diez tareas.
SÍNTOMAS DEL TRASTORNO DE ANSIEDAD
Conocer la ansiedad implica conocer muy bien cómo se manifiesta.
Podemos dividir los síntomas con relación a dos áreas:
- Pensamientos y conducta.
En los trastornos de ansiedad predominan los pensamientos negativos y
pesimistas. Estos pensamientos pueden escalar hasta tomar tintes
catastróficos “todo me va a salir mal” “voy a fracasar” “qué pensarán los
demás de mí”.
Junto a esa tormenta de negatividad los niveles de malestar y ansiedad se
elevan y se instaura una conducta que busca reducir dicho malestar y la
ansiedad: se evita la situación, se lleva un amuleto, se realizan rituales…
- Síntomas físicos.
Estos síntomas son los que involucran al cuerpo: sudoración, taquicardias,
malestar gástrico que muchas veces se define como un nudo en el
estómago o un nudo en la garganta, temblores, mareos, vértigos,
cefaleas…Todos estos síntomas se desencadenan debido a situaciones de
alarma (real o imaginarias) que activan el Sistema Nervioso llamado
Simpático.
CÓMO SÉ SI TENGO TRASTORNO DE ANSIEDAD. DIAGNÓSTICO.
Una vez que hemos descartado cualquier patología médica, hemos de someternos
a una evaluación psicológica que llevará a cabo el profesional que hayamos
escogido como nuestro psicoterapeuta.
Nos cuestionará sobre:
● Hábitos de consumo de alcohol y drogas
● Tabaquismo
● Antecedentes familiares
● Estado laboral
● Estado sentimental
● Calidad del sueño
● Trastornos alimenticios
Y todo aquello que considere pertinente.
Después nos pedirá que le describamos nuestra situación:
● Qué síntoma es el más prevalente
● Qué otros síntomas le acompañan
● Cómo es el día a día
● Desde cuándo ocurre
● Cuando se siente más intenso
Entre otras cuestiones. Puedes ver que el diagnóstico del trastorno de ansiedad, conocer la ansiedad, es
fundamentalmente clínico, no se piden análisis ni radiografías.
Algunos profesionales utilizan los criterios del DSM-5 (Manual diagnóstico y
estadístico de los trastornos mentales, DSM-5), publicado por la Asociación
Estadounidense de Psiquiatría para diagnosticar un trastorno de ansiedad.
LOS TIPOS DE ANSIEDAD.
Con todos estos datos o cualquier otro que quiera recabar el profesional se
diagnostica no sólo si se tiene o no ansiedad, sino también qué tipo de ansiedad se
presenta. Conozcamos los tipos de ansiedad para así conocer exactamente a la ansiedad.
- ANSIEDAD GENERALIZADA
Es vivir en un estado de alerta permanente y continuo. Sin momentos de
relajación. Se trata de vivir esperando la catástrofe o el fracaso inminente, lo
cual implica tener ciertos signos y síntomas fisiológicos sin tregua
(taquicardia, sudoración, mareos…)
- FOBIA SOCIAL
No debe confundirse con timidez, todos somos tímidos en mayor o menor
grado, sin embargo, la fobia social es un miedo “irracional”, persistente (más
de seis meses) ante una interacción social de la que se teme hacer el
ridículo, defraudar o enfadar al otro y/o la situación vergonzosa, aspecto que
lleva asociado un amplio malestar que llega a resultar incapacitante.
- FOBIA ESPECÍFICA
Seguro que has oído hablar de la fobia a las arañas o a las agujas. Estas
situaciones nos crean un miedo y/o ansiedad que incluso la anticipación
puede desencadenar. Ante la aparición de esos objetos o situaciones
específicas, ya sea en la realidad o en nuestro pensamiento, aparece el
miedo y/o la ansiedad.
- ESTRÉS POST-TRAUMÁTICO
En este caso la persona ha sufrido o sido testigo de una experiencia
extraordinaria por su dureza: ha sufrido un accidente de tráfico, una
violación, una catástrofe natural, una muerte…
Este trastorno de estrés post-traumático aparece semanas o meses
después y consiste en revivir de forma permanente el trauma, mantener una
alerta continua y de alta intensidad junto con una evitación de los estímulos
asociados a dicho trauma.
La duración de los síntomas ha de ser de al menos un mes. Ateniendo a la
duración se habla de:
● Estrés post traumático agudo: hasta tres meses de duración.
● Estrés post traumático crónico: más de tres meses de duración.
- CRISIS DE PÁNICO
Se trata de miedo o ansiedad repentinos e intensos que pueden provocar
síntomas fisiológicos (taquicardia, falta de aire, mareo, sudoración…).
Algunas personas creen que están teniendo un ataque al corazón o que
están a punto de morir. Realmente son aterradores para las personas que lo
sufren ya que muchas veces pueden ser impredecibles.
- TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO (TOC)
El Trastorno Obsesivo Compulsivo, tiene dos componentes. Por un lado, la
obsesión en forma de pensamientos que los psicólogos llaman intrusivos y
que la persona sabe que son absurdos, pero sin embargo le causan gran
malestar y no puede evitarlos.
La segunda parte es el elemento compulsivo: se trata de acciones que la
persona lleva a cabo para contrarrestar o reducir el malestar: lavarse las
manos una y otra vez, pisar de una determinada manera el suelo de la casa,
dejar la puerta entreabierta…
El TOC es un trastorno muy discapacitante que crea un importante malestar
y altera negativamente la vida de los que lo padecen.
- AGORAFOBIA
Las personas con agorafobia presentan un cuadro de ansiedad y miedo
intenso respecto a situaciones donde es difícil escapar o donde no se podría
pedir ayuda. La agorafobia generalmente involucra miedo a multitudes, a
lugares abiertos o cerrados, puentes…
La conducta típica es en estos casos es la evitación, también el hacerse
acompañar por una persona de confianza, dando lugar a lo que se llama,
conducta de seguridad.
- MUTISMO SELECTIVO:
Se trata de una forma de ansiedad que experimentan algunos niños/as, en
la que no logran hablar en determinados lugares o contextos, como la
escuela, aunque sus habilidades de comunicación verbal con personas
conocidas pudieran ser excelentes. Puede ser una forma extrema de fobia
social.
PRONÓSTICO Y EVOLUCIÓN DEL TRASTORNO DE ANSIEDAD
La buena noticia es que en la mayoría de los trastornos de ansiedad tratados se
consiguen mejoras significativas. Es importante identificar y tratar el problema, en definitiva, (conocer la ansiedad) lo
antes posible, sin embargo, también en casos de ansiedad crónica el tratamiento
conlleva una mejora evidente para el paciente. Es importante mencionar que hay
casos donde el seguimiento puede ser necesario, igualmente, las mejoras necesitan
un margen de tiempo, es probable que tengamos que esperar al menos unas
semanas antes de notar una mejora.
PREVENCIÓN DE LA ANSIEDAD.
Conocer la ansiedad, saber diferenciar entre la ansiedad normal de la patológica es un primer paso para prevenir sus desagradables efectos
La prevención de la ansiedad y de sus recaídas se basa en un conjunto de medidas
que tienen como eje común la liberación de endorfinas, esas “hormonas naturales
de la felicidad” que se segregan en ciertas situaciones:
● Haz ejercicio: el paseo diario de 30 minutos; el paseo activo/intenso de fin
de semana de entre 65-75 minutos.
● Practica Pilates, Yoga, Tai-Chi, mindfulness
● Adopta una mascota.
● Dedica tiempo a tu vida social
● Únete a grupos de actividad en la naturaleza o de ayuda a los demás.
● Recupera esas cosas que te hacían feliz: pintar, escribir, cine, fotografía.
● Descubre qué te gusta e incorpóralo a tu vida.
● Aliméntate de forma saludable.
● Mantén una rutina de sueño suficiente.
● No abuses de sustancias como el alcohol o el café.
● Haz todo lo posible para dominar el trabajo, no a la inversa.
● Intenta relativizar los problemas del día a día.
TRATAMIENTO DE LA ANSIEDAD
Se ha mencionado que la ansiedad tiene una parte normativa, sin embargo, cuando
esta dificulta el día a día de la persona y se vuelve incapacitante es necesario
tratarla:
Los principales tratamientos para la ansiedad son los psicofármacos y la
psicoterapia. En ocasiones, es necesaria la combinación de ambos, sin embargo,
depende de cada persona y su biografía.
- Psicoterapia
En el tratamiento psicoterapéutico, también llamado tratamiento por la
palabra, se recabará información sobre los diferentes síntomas de la
ansiedad para poder ir estableciendo conexiones que permitan ir
conociendo qué es lo que estos síntomas indican. La ansiedad funciona
como una alarma que indica que algo no marcha bien, habrá que ir
indagando qué es lo que no marcha bien.
En la psicoterapia se pretende “poner a hablar al síntoma” esto quiere decir
que hay que hablar sobre las diferentes cuestiones que están en relación a
este y las diferentes áreas de la vida, además, se ofrecen técnicas
específicas para reducir la ansiedad y poder recuperar el bienestar.

- Psicofármacos
Diferentes medicamentos pueden ser beneficiosos para ayudar a aliviar los
síntomas atendiendo al tipo de ansiedad que la persona presenta. El
medicamento más frecuente para el tratamiento de la ansiedad son las
benzodiacepinas, también llamadas sedantes, estos están indicados para el
alivio sintomático a corto plazo. Por otro lado, algunos antidepresivos
también son utilizados para tratar los trastornos de ansiedad.
En ambos casos, es necesario saber cuáles son los efectos secundarios de dichos medicamentos.